Nuestra Señora del Rosario

La titular mariana de la Archicofradía Sacramental es Nuestra Señora del Rosario, portando en su regazo al niño Jesús. La imagen de la Virgen, de factura anónima, ha sido atribuida por Nolasco Alcántara Madroñal en 2016 tras su restauración a la factura del taller de la Familia García de Santiago, una nutrida saga de imagineros y retablistas activos en Sevilla en el segundo tercio del siglo XVIII. Dicha atribución se ve reforzada por el hallazgo en el transcurso de la restauración de una escritura en el casco craneal interior de la talla de la virgen donde reza “ en Seviya, + a.d.1752 STG”.

Se entiende que por las características formales y estéticas de dicha talla con otras documentadas de la familia como las imágenes vestideras de la Capilla Sacramental de San Pedro de Carmona, el Retablo del Loreto en Espartinas o el retablo de la Capilla Sacramental de Santiago de Sevilla es una atribución bastante cercana a la realidad.

La candorosa representación de la Virgen como “mater amabilis” llevando a Cristo en su regazo no se encuentra en la actualidad tal y como fue concebida en su día. La imagen, que siempre fue sedente, se encontraba sobre una nube donde tenía unos pies tallados en forma de calzado y una base dorada a la hoja de oro que desapareció tristemente en la década de los 90, cuando la imagen tras una caprichosa y personal intervención se encontraba con un candelero erguido. Posteriormente la imagen fue devuelta a la posición sedente en torno a 1988 -1990 e intervenida por una mano no profesional que desvirtuó su policromía. En 2016 se restaura y cambia la jamuga donde se encontraba por un sillón del XIX de mejor calidad. La talla representa a la Santísima Virgen María con una tierna edad, participando del principio de la Kalokagathia (el bien produce belleza) con delicadas manos que aguantan su hijo en su izquierda, en atención al salmo bíblico (Ps. 44 “a tu derecha está la reina”). En la derecha Entrega al fiel el Santísimo Rosario. Está documentada de igual forma la presencia en el respaldo primitivo de la nube de un sol de rayos dorados con hoja de oro fino, que conserva exento la Archicofradía.

La Santísima Virgen, aun siendo de vestir, se encuentra completamente anatomizada, aunque no encarnada. La imagen del niño Jesús, igualmente anatomizada sí está policromada de forma completa, y adaptada mediante un perno metálico para quedarse erguido sobre la rodilla de la Virgen. Ambas imágenes presentan ojos de cristal, intervención del XIX para dotarlas de mayor naturalidad. Nuestra señora del Rosario siempre ha presidido el Sagrario, como demuestran testimonios fotográficos y las visitas pastorales y desde 1929 la capilla sacramental, epicentro devocional de la parroquia por encontrarse allí la Reserva de S.D.M. igualmente, la imagen tiene un camarín propio que como curiosidad fue levantado gracias a la recaudación del afamado festival flamenco de la villa. Ambas imágenes (la Virgen y el niño Jesús) poseen un juego de corona de estilo del primer barroco, potencias y cetro de orfebrería plateada, y distintos juegos de ropajes y mantos de telas ricas o bordadas  y joyería a juego, destacando las donaciones de devotos que a menudo reciben.

La devoción a Nuestra Señora del Rosario se manifiesta en la gran extensión del nombre en Mairena, y a los tradicionales  “Campanilleros del Rosario” que tras un breve lapso han resurgido para seguir con la centenaria y multisescular tradición del canto en Mairena.

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