HISTORIA DE LA ARCHICOFRADÍA DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO DE MAYRENA DEL ALCOR

Resulta bastante complejo hablar de la historia de nuestra Archicofradía, no por la falta de documentación y fuentes históricas, sino porque nuestra Corporación es fruto de la unificación de la Hermandad del Santísimo Sacramento, la Hermandad del Señor San Bartolomé, la Hermandad de Ntra. Sra. del Rosario y la Hermandad del Dulce Nombre de Jesús, teniendo que contar cuatro historias paralelas y a la vez entrelazadas entre sí a lo largo de los siglos para llegar hasta hoy.

Es por ello que vamos a estructurar la reseña en cuatro apartados, uno por cada hermandad histórica, comenzando por la del Santísimo Sacramento, la cual, a diferencia de otros lugares donde era absorbida por corporaciones más fuertes, ha sabido mantenerse firme a lo largo de los siglos, continuando además con el culto de las hermandades que no podían mantenerlo.

 

HERMANDAD DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO

La Villa de Mairena pertenecía en 1342 a la familia de los Ponce de León, siendo en esta época el titular de la Casa D. Rodrigo Ponce de León, marqués de Cádiz, el cual había tomado partido por el hermano de Isabel la Católica, Enrique IV al que la historia denomina el impotente, y de su hija Juana la Beltraneja frente a la otra familia poderosa de los Guzmanes, lo que provoca una guerra casi civil en esta zona de Andalucía, con su epicentro en Sevilla, pero que se logró evitar cuando D. Íñigo de Mendoza consiguió que en el cercano castillo de Marchenilla se firmase la concordia entre ambas familias, aunque la muerte de Enrique IV y la proclamación de Isabel como la soberana de Castilla hizo que la lealtad de los Ponce de León se volviese hacia la nueva reina, la cual iniciaría una amistad entre la Corona y la Casa de  Arcos, lealtad y amistad que incide directamente en el origen de nuestra Hermandad, ya que la persona de confianza de los Reyes era el esposo de Doña Teresa Enríquez, y los Reyes les concedieron, entre otros títulos, el de alcaide de los Reales Alcázares de Carmona, siendo Gutierre de Cárdenas quien quitó las almenas de los castillos y fortalezas de la zona, con el fin de doblegar el poderío de la nobleza, prevaleciendo el poder real. Uno de los castillos damnificados fue el nuestro de Mayrena, quedando como testigo la torre mocha del mismo.

Fruto de esa amistad de la Casa de Arcos con los Reyes de Castilla, conllevaron a las visitas de los Soberanos a nuestra Villa. Se tiene constancia por ejemplo de las realizadas el 2 de octubre de 1478 en su caminar hasta Córdoba y el 20 de Junio de 1500, en su transitar hacia Granada, donde pernoctaron y se hospedaron en nuestra Villa.

Tan conocida era la amistad de los monarcas con la familia Cárdenas-Enríquez, que la propia Doña Teresa conocía la existencia de  la Hermandad de Dios en Mairena, no solo por la cercanía con  su residencia en Carmona ni por haber acompañado a los Reyes en su hospedaje en nuestra Villa, sino por los lazos que le unían a la familia Ponce de León, ya que la segunda esposa de Don Rodrigo Ponce de León era Doña Beatriz de Pacheco, hija de Don Juan de Pacheco, Marqués de Villena y de Doña Beatriz Enríquez, hija de D. Alfonso Enríquez y por lo tanto su sobrina.

Retirada de la corte tras el fallecimiento de su esposo Don Gutierre de Cárdenas en enero de 1503, se recluyó en su lugar de Torrijos.

Entre las muchas acciones emprendidas por ella, cuenta la fundación de la Cofradía del Santísimo Sacramento de Torrijos, convirtiéndose de esta forma en la matriz de todas cuantas Hermandades Sacramentales y Cofradías dedicadas a la Eucaristía existimos y se crearon a lo largo y ancho de la geografía española.

El 21 de Agosto de 1508 el papa Julio II promulgaba la Bula “Pastoris Aeternis” por la cual concedía gracias y privilegios para las cofradías que por estos años se estaban instituyendo por toda España gracias a la iniciativa y mediación de Doña Teresa Enríquez, a semejanza de la ya fundada  en San Lorenzo in Dámaso de Roma.

Esta Bula es difundida  a raíz de la estancia en Sevilla del Rey Fernando III el católico en 1511 y de su segunda esposa Doña Germana de Foix, dando pie a la fundación de las primeras Hermandades Sacramentales en la capital hispalense, siendo de esta forma que a finales del siglo XVI ya se encontraban constituidas, siendo constatado por Alonso Morgado en uno de sus escritos, en 1587, que realza que en cada iglesia parroquial existen dos cofradías; una del Santísimo Sacramento y otra de Ánimas Benditas.

Pues es en esta fecha de 1511 cuando se constata la fundación de la Sacramental del Sagrario de Sevilla y también el origen de nuestra Hermandad, habiendo llegado la mencionada bula de Julio II de manos de Doña Beatriz en una de las visitas y estancias conocidas de los Soberanos de Castilla en nuestro pueblo. 

Es por tanto que, existiendo ya en nuestra villa una Cofradía de Dios, se funda sobre la misma la Hermandad del Santísimo Sacramento, en base a la licencia que la mencionada Bula concede para la fundación, subordinadas a la de Torrijos y con las mismas gracias y privilegios que la de la Basílica di San Lorenzo in Dámaso de Roma y que la posteriormente fundada también en Roma, en la Iglesia de Santa María Sopra Minerva, a la cuál nuestra Hermandad está agregada, y de la que recibimos el privilegio para el uso de cera roja.

De las primeras fechas que manejamos entre la documentación de nuestro archivo es la de 1515, donde existe fundada una capellanía, corriendo su patronato a cargo de nuestra Hermandad, demostrándose así que en esas fechas se encontraba bastante consolidada la misma. Es Don  Luis de Alcocer, presbítero de esta villa, que el 4 de marzo de 1642, en una cláusula de su testamento ante el escribano del Cabildo de esta Villa, otorga la fundación del citado patronato para casar a doncellas de su linaje, dejando por patrona a esta Cofradía del Santísimo Sacramento, y haciendo constar  que es la de más antigua fundación de las de la Iglesia donde sita, y que tiene a su cargo el culto y celebridad de todos los Jueves Santos y Corpus Christi, con toda la cera y alhajas.

Otro testimonio fiel de esta fecha de fundación es el sello que la Hermandad conserva, uno de los cuatro que lacraban la caja donde venía el viril que Doña Teresa Enríquez regalaba a la recién creada Cofradía del Santísimo Sacramento. En la orla que rodea al mencionado sello, aparecen las armas de Gutierre de Cárdenas, consistiendo en  ocho S de oro sobre campo rojo.

Es imposible aglutinar la historia de la Hermandad en este apartado. Nos llevaría numerosas horas leer toda la información que aquí se podría recoger. Solo pretendemos mostrar una breve reseña de la historia y/o los orígenes de cada hermandad, así que ilustraremos solo algunos datos más extraídos de la documentación que hemos podido estudiar.

Se conserva en el Archivo Histórico de la Nobleza, que el 27 de septiembre de 1528 tuvo lugar la toma de posesión de uno de los señores de Mairena, quien declara encontrarse haciendo ese acto en un salón del Hospital, llamado entonces del Corpus Christi, donde se reunían el cabildo y las justicias de la villa. Este hospital de caridad, que estaba regido por nuestra Hermandad, se ubicaba junto a la Parroquia, en el lugar que hoy ocupa la vivienda rectoral y las dos viviendas que le siguen de la calle Real. El último vestigio que obra a día de hoy en propiedad y posesión de la Hermandad es la Sala Capitular construida en 1787 dentro del Hospital, ubicada en el patio de la Iglesia Parroquial. Previa a la construcción de esta Sala, se tiene constancia documental de que los enseres se guardaban en un espacio que se había edificado en el lugar donde hoy se encuentra la conocida como Puerta del Sol.

De igual modo, se han localizado en el Archivo General del Palacio Arzobispal las Reglas de la Cofradía del Santísimo Sacramento de esta villa, renovadas en 1762 a partir de otras anteriores de 1633. Aunque dispone solo de dieciséis capítulos originales y cuatro añadidos, nos permitimos la licencia de reseñar un par de ellos por su singularidad o su mayor importancia histórica sobre los otros.

Capítulo VIII

Ítem ordenamos que en esta Santa Cofradía no se reciban por hermanos a ninguna persona que tenga raza de moro, judío, morisco ni mulato.

En 1702 se añade a este capítulo lo siguiente:

Acordamos que haya un libro en que se escriban los nombres de los hermanos actuales y que en adelante se recibieren por la dicha Hermandad, precediendo aquel que así hubiere de recibir haya de ser haciéndole sus pruebas no solo de la limpieza que manda el capítulo ocho de dicha Regla, sino también que sea hombre de buenas costumbres y buena opinión y que por sí no haya ejercido oficio bajo y que antes que se reciba, dé petición en el Cabildo de dichos diputados y se comenta a uno de ellos para que haga las pruebas necesarias según éste, y el dicho octavo capítulo sobre que les encargamos las conciencias.

Capítulo IX

Ítem ordenamos que esta Santa Cofradía tenga obligación cada tercer domingo del mes a hacer una fiesta al Santísimo Sacramento, para lo que estará descubierto como siempre se ha hecho, diciendo misas cantada y haciendo su procesión por donde siempre se acostumbra a hacer, y para ello dará toda la cera que fuere necesario y pagará a los beneficiados y sacristán la limosna que siempre suele pagar.

Estas fiestas del tercer domingo de mes, o también llamada de Minerva, por su origen en la Basílica de Santa María Supra Minerva de Roma, se realizaban también el día de San Bartolomé y el Domingo de Resurrección. Ésta última es el vestigio recuperado hace unas décadas que ha quedado de las Minervas que durante siglos se han venido realizando y que vieron su desaparición en los años treinta del pasado siglo.

En los legajos más antiguos que conserva nuestra Hermandad, referentes al s. XVI, se conservan varias partidas en distintos años que hacen referencia a “danzantes”. Esta por ejemplo data de 1567:

Ítem se le recibe en cuenta un ducado que dio para dar a un hombre que danzó el día del Señor delante del Santísimo Sacramento.

 

HERMANDAD DEL SEÑOR SAN BARTOLOMÉ

A lo largo de los siglos, la tradición oral ha fijado la reconquista de nuestro pueblo en la fecha del 24 de agosto de 1247, día en que la Iglesia conmemora a nuestro Patrón San Bartolomé. Dada la antigüedad y el reducido núcleo poblacional del que se trataba Mayrena, perteneciente al alfoz de Carmona, carecemos de una documentación fidedigna que avale la historia mantenida desde hace más de 775 años. No obstante, podemos decir que esta tradición oral goza como fuente de autoridad por su continuidad durante siglos.

Actualmente, nos encontramos inmersos en el estudio del origen exacto de la Hermandad del Señor San Bartolomé, bien es cierto, que junto con la Cofradía de Dios, podemos decir que se trata de una de las corporaciones más antiguas de nuestro pueblo, pues de la documentación propia de la Hermandad extraemos que ya en el s. XVI recibía culto en un altar propio en la Parroquia, y con grandes fastos religiosos en su festividad acordes a la época y el lugar, recogiéndose en las cuentas partidas de ministriles (músicos) e incluso de cohetes.

Los más veteranos de nuestro pueblo recordarán como hasta hace unas décadas se celebraban numerosos actos en torno a San Bartolomé con juegos populares, concursos, festivales y la proclamación de la Reina y damas de la fiesta.

En el libro de cuentas de 1853 encontramos la siguiente partida: Cuarenta reales que dio de gratificación a los ministros de la Iglesia por la asistencia a la novena del Sr. San Bartolomé.

Referente al comienzo del culto, la teoría más extendida es que posiblemente fuera iniciado por judíos conversos, quienes se sentían especialmente cómodos al rendir culto a este santo apóstol de Jesús, una de cuyas virtudes, alabadas según el Evangelio de san Juan por el mismo Cristo, era la de ser un buen israelita, un hebreo modélico, “un israelita de verdad, en quien no hay engaño”. De este modo, para estos conversos, seguir el ejemplo de santidad de este buen israelita que quiso marchar en pos de Jesús y predicar su buena noticia.

Parece que la devoción a san Bartolomé está ligada a la presencia de comunidades de judíos conversos y de hecho es curioso comprobar que en no pocas juderías se establece una parroquia bajo el título del apóstol san Bartolomé, como ocurre en el caso de la capital sevillana o la ciudad de Carmona. En la ciudad de Toledo, el cementerio de los conversos está también dedicado a san Bartolomé, así como en muchos lugares que llevan su nombre o bajo su patronazgo, siendo especialmente ilustrativo el caso de la localidad de Paternilla de los Judíos, localidad desparecida en la actualidad y que se encontraba en la comarca del aljarafe sevillano entre las poblaciones de Espartinas y Villanueva del Ariscal y que contaba con una ermita dedicada al santo.

Se sabe igualmente que los duques de Arcos encontraron siempre en las comunidades hebreas un buen apoyo para consolidar su poder, no sólo por su capacidad como banqueros sino porque también se trataba de comunidades ciertamente prósperas en las que propiciaban la bonanza económica y el caudal de negocio. De igual forma es sabido que en la capital de sus estados, la villa de Marchena, el hospital de la judería estaba también dedicado a San Bartolomé.

Si se asume esta premisa, habría que plantear que en Mayrena del Alcor existió una notable comunidad hebrea y que luego de su mas o menos forzada conversión al cristianismo, sería el origen de la hermandad dedicada al Señor San Bartolomé, bajo la corriente de la nueva piedad popular surgida en el siglo XVI y consolidada con el nuevo concepto del culto a los santos emanado del Concilio de Trento. Una comunidad de conversos, protegidos por el ducado y con una capacidad de influencia suficiente como para promover y propiciar no sólo el culto al santo sino también, y de facto, el patronazgo de su santo de especial devoción. Esta situación un tanto anómala para los conspicuos ojos de quienes vigilaban la ortodoxia de la práctica religiosa cristiana quizás motivó que no haya evidencias documentales y todo quedase en el terreno de los hechos.

Dada la antigüedad del Patronazgo de San Bartomé sobre Mayrena, carecemos de un documento histórico oficial que indique el momento del nombramiento como Patrón, muchas veces, porque la institución se realizaba con carácter oral.

Hay que tener también en cuenta que cuando echamos la vista atrás y pensamos en otras épocas, no podemos hacerlo con la forma de pensar de hoy, y no podemos esperarnos encontrar de forma tan explícita los títulos y nombramientos que hoy en día tanto repetimos y recalcamos. Aún así, encontramos algunos textos que indican claramente su patronazgo.

En la Real Provisión de 22 de enero de 1739, por la cual se solicita a las justicias municipales que informen al Consejo de los Hospitales que hubiere en sus distrito, el Vicario Parroquial comunica: Y solamente la Cofradía del Señor San Bartolomé, patrón único de esta Villa y que esta unida con la del Santísimo Sacramento, posee hospital en Mayrena.

Desconocemos en qué momento y por qué motivo el Hospital del Corpus Christi pasa a denominarse Hospital de San Bartolomé.

En el diccionario geográfico de D. Tomás López se recoge una descripción de nuestro pueblo realizada por D. Andrés Jiménez, firmado el 19 de Diciembre de 1785. En él se hace una descripción de nuestro pueblo refiriendo en las primeras líneas que el patrón es San Bartolomé (no hay mención alguna sobre patrona)

Resulta muy difícil conocer el momento exacto en que se produjo la unificación entre la Hermandad del Santísimo Sacramento y la Hermandad del Señor San Bartolomé, así como también el motivo de su unificación, pues no se aprecia declive ninguno en estas corporaciones como para verse obligadas a ser fusionadas. Desde el s. XVI observamos que llevan una contabilidad conjunta y una misma dirección, pero es bastante curioso como en el caso de las propiedades, rentas, censos y tributos se hace una diferenciación y se especifica a qué Cofradía corresponde. También a la hora de realizar ciertos trámites y escritos se refería a una Hermandad u otra. No es hasta el s. XIX cuando empezamos a ver con mayor frecuencia la denominación conjunta de Hermandad del Santísimo Sacramento y Señor San Bartolomé.

Se conserva en el Archivo General de la Archidiócesis de Sevilla, un documento del 18 de Agosto de 1681, fruto de un pleito entre la Hermandad y el Vicario a causa de la elección del predicador para la festividad de San Bartolomé. Está firmado por D. Tomás de Paz como Mayordomo de la Cofradía del Señor San Bartolomé sita en el Hospital de la Villa.

Digo que la dicha Cofradía hace fiesta todos los años al Señor San Bartolomé en la Iglesia Parroquial el día de su advocación con misa cantada y procesión…

La determinación de la salida procesional de San Bartolomé siempre ha sido un tema controvertido. A lo largo de la historia, encontramos referencias de la misma tanto en el día del Corpus Christi como el 24 de agosto, día de su festividad, lo que da lugar a dos opciones, o que procesionaba anualmente en ambas ocasiones, o que iba cambiando entre una fecha y otra a lo largo de las épocas.

En el Archivo de la Hermandad encontramos el acta de un cabildo celebrado el 3 de Mayo de 1757, donde se trata el tema de la hechura de una urna y parihuelas a San Bartolomé:

[…] los señores D. Juan Bruno Palacios, Juan de Carmona el menor, Martín Sánchez Navarro el menor y D. Francisco Cayetano Palacios, diputados de las Cofradías del Santísimo Sacramento y Señor San Bartolomé sitas en la Iglesia Parroquial de esta dicha Villa y D. Gaspar de Arenas Prioste y Mayordomo de ellas, se juntaron a celebrar cabildo […]

Recalco el detalle, como comentaba anteriormente, que podemos apreciar cómo aún llevando la misma contabilidad y la gestión por parte de las mismas personas, se hacía distinción de ambas cofradías.

En este cabildo por el dicho Sr. Martín Sánchez Navarro, diputado, se dijo que en fuerza de la comisión que se confirió en otro cabildo que se celebró por la Hermandad en trece de Marzo de este presente año, pasó a la Ciudad de Sevilla y estuvo con D. Diego Castillejo, vecino de ella, maestro escultor con quien había tratado el ajuste de la urna y parihuelas para que con mayor decencia salga en procesión en su día y en otros el Sr. San Bartolomé; y haber ajustado su fábrica en cuatrocientos y cincuenta reales de vellón con la condición que su hechura había de ser correspondiente al diseño que tiene dado y aún con más primor, con la condición que la ha de dar acabada como de lo correspondiente para el día primero de Agosto de este dicho año a satisfacción de Maestros con Arte, dándole por ahora en cuenta de su valor doscientos veinticinco reales, y visto lo ejecutado por los demás diputados y Mayordomo aprobaron lo hecho y ajustado por el Sr. Martín Sánchez y mandaron se le entreguen los doscientos veinticinco reales para que los remita al dicho Maestro de quien tomará recibo y se le dan al comisionada las gracias por su diligencia y así quedó acordado.

Hay que mencionar que existen varios datos del s. XVI que hacen referencia a la Cofradía del Señor San Bartolomé y Ntra. Sra. de la Antigua, y otros datos que citan únicamente a la Cofradía de la Antigua, como es la imposición sobre unas casas.

Se conserva un recibí en el Archivo de la Hermandad con fecha de 18 de Julio de 1831 que dice: Recibí del Sr. Mayordomo de la Hermandad del Santísimo Sacramento quince reales y medio, limosna de una misa cantada de Asunción de Ntra. Sra., cuya memoria es obligación de la Hermandad de la Antigua, unida y a cargo de la referida Hermandad; y es correspondiente del año de la fecha.

Resulta interesante como llega a referirse en alguna ocasión sobre la procesión de esta devoción y como a lo largo de los siglos va desapareciendo, no constando referencia alguna a esta advocación en el inventario que se realiza en la Parroquia el 1 de Agosto de 1925.

 

HERMANDAD DE NTRA. SRA. DEL SANTO ROSARIO

Se trata de otra de las Cofradías más antiguas de nuestro pueblo, dado que se trataba de la devoción principal de los Duques de Arcos, ocupando un lugar preeminente en la Iglesia Parroquial desde su origen, ubicándose en el Sagrario, y pasando a presidir dicha Capilla cuando se construye por parte de la Hermandad Sacramental en 1929.

En el Archivo de nuestra Hermandad solo se conservan unos cuantos documentos propios de esta Cofradía de mediados del s. XIX, pero que se complementan con las referencias que aparecen que en los documentos de la Cofradía del Stmo. Sacramento y San Bartolomé que actualmente están en proceso de estudio y análisis para el perfeccionamiento y aumento de esta reseña.

En el apartado histórico de la web de la Hermandad de Ntra. Sra. de los Remedios, refiere que en 1792 reclaman al Arzobispado sus derechos de preferencia sobre las demás Hermandades de Mairena por ser la única que tenía la aprobación real de las reglas, y D. Andrés Jiménez, cura de Mairena, contesta el 9 de abril de ese año a Fabián de Miranda, provisor y vicario general del Arzobispado, quien le había pedido informes, diciéndole lo siguiente: como hay tres hermandades las más útiles, que son la del Santísimo, la de las Ánimas Benditas y la de Nuestra Señora del Rosario, cuyas fiestas se hacen a distintos tiempos, con sus respectivas novenas, y también algunas fiestas particulares como la de San Bartolomé, titular de esta villa, no considero necesario que continúe establecida.

Cabe destacar que se conserva en el Archivo de nuestra Hermandad un recibí que dice: He recibido del Sr. Francisco Fuentes, Mayordomo de la Hermandad del Santísimo Rosario, diez reales por poner el aparato y paso para la Función de las Rosas, hecha en obsequio de la Santísima Virgen, Mairena a 4 de Mayo del año de 1834.

En dos recibís con fechas 21 y 25 de Octubre de 1855 se revela que se celebraban en Octubre dos novenas a la Virgen del Rosario, una por la mañana y otra por la tarde.

También aparece en un recibí con fecha de 23 de Diciembre de 1854 la composición de seis faroles a setenta reales cada uno, y seis astas para estos, a nueve reales cada una, haciendo un total de cuatrocientos setenta y cuatro reales, los cuales se usaban en la procesión, que podríamos asemejar a la que se realizaba en la Villa de Gandul.

Se conserva también una citación dirigida por D. Antonio Bautista al Mayordomo de la Hermandad Sacramental con el sello parroquial:

En cumplimiento de un mandato de Nuestro Eminentísimo Prelado concorde en un todo con los deseos de la Junta de Defensa Nacional de Burgos según telegrama recibido el 3 del que cursa participo a Vd. y a la entidad que preside que el próximo día 11 de los corrientes a las 10 en punto de la noche saldrá en procesión de rogativa desde esta Parroquia y por las calles de la feligresía la Imagen de Nuestra Señora del Rosario.

Esta citación es motivo de duda ante lo que ocurrió con la Santísima Virgen del Rosario en los sucesos de Julio de 1936, pues resulta extraño que en tan poco tiempo se repusiera la imagen, cuando la mayoría de hermandades tardaron más tiempo en llevar a cabo esta reposición.

Además de estos documentos, contamos también con la tradición oral y los testimonios, como puede ser el que se recogió de Rafael Carrión en una edición del boletín que anualmente edita nuestra Hermandad donde contaba que recuerda como se lanzaban fuegos artificiales en la peana en honor de la Virgen del Rosario.

Tras la aprobación del Cabildo General Ordinario de 1961, la Hermandad del Santísimo Sacramento y Señor San Bartolomé acuerdan incorporar a la Santísima Virgen del Rosario a su nómina como Titular.

Antes de introducirnos en la Hermandad del Dulce Nombre de Jesús, debemos detenernos y hacer un análisis un tanto comparativo de las rentas, tributos y gravámenes de estas tres hermandades a lo largo de su historia, sirviéndonos de base para la misma el Catastro de Ensenada efectuado en las décadas centrales del S. XVIII (cantidades expresas en la moneda de la época denominada real)

 

HERMANDAD DEL DULCE NOMBRE DE JESÚS

Dado que no se conserva documentación alguna en el Archivo de nuestra Archicofradía, apenas tenemos datos sobre esta extinta cofradía.

Se conoce que esta corporación tenía carácter pasionista, y rendía culto a la Imagen que aparece en la fotografía, tristemente desaparecido en los sucesos de 1936.

En el libro de cuentas de mediados del s. XVII , se recogen las partidas siguientes:

– Dieron treinta y dos reales y medio de obras que se hicieron en dicho Hospital y los otros treinta y dos y medio lo pagaron las Cofradías de la Vera Cruz, Soledad y Dulce Nombre.

– Se cargan en cuenta ciento cinco reales y medio que monta la mitad que se gastó en la obra que se hizo en el fuego que hubo en el aposento del Hospital y la otra mitad la pagaron las Cofradías de Vera Cruz, Soledad y Dulce Nombre.

Esta colaboración fue debida a que cuando terminaban su estación de penitencia acudían a curarse las heridas al hospital.

Se conserva en el Archivo Municipal de Mayrena el documento de Intervención de los caudales y alhajas de la Fábrica de esta Parroquia, Hermandades y Cofradías según el Real Decreto de 6 de Octubre de 1836. En él indica que esta Cofradía no tiene bienes ni caudal alguno, se le intervino una cruz de plata de media vara de alto, con el cubillo que entra en el estandarte.

En Cabildo General Ordinario de Enero de 1986, y tras muchos años de inactividad, la Archicofradía del Santísimo Sacramento acuerda incorporarlo a su nómina como Titular de la misma.